Valores Institucionales
HONESTIDAD: Hace referencia a la persona siempre íntegra y recta, alguien que cumple con sus deberes sin fraudes, engaños y trampas; ser probo es ser transparente, auténtico y de buena fe. Ser honesto es una forma de sembrar confianza en uno mismo y con aquellos en que estamos en contacto. Cuando alguien es honesto, no oculta nada; actúa con base en la verdad.
RESPONSABILIDAD: En sentido práctico es escoger la respuesta correcta; hacer de la mejor manera lo que corresponde con efectividad, calidad y compromiso, y sin perder de vista el beneficio colectivo. Implica asumir la consecuencia social de los actos y responder por las decisiones que tomen los grupos de los que se forma parte. Es ser diligentes y solidarios con aquellos que nos han sido encomendados porque precisan de nuestra ayuda. La responsabilidad genera confianza y tranquilidad; por ende requiere de criterio, prudencia, serenidad y sensatez.
PERTENENCIA: Ha de entenderse como el sentimiento de arraigo que conlleva como respuesta el cuidado, la defensa y apropiación de todo aquello que es de la comunidad. Se complementa con el sentido y grado de identidad con el ideario y cultura institucionales.
SOLIDARIDAD: Es la capacidad que permite reconocer a cada quien su dignidad y valor intrínseco como persona. La solidaridad parte de la premisa: “mi desarrollo como persona no es posible sin la presencia, el apoyo, el afecto y la ayuda a los demás”. El pluralismo y la aceptación (como superación de la tolerancia) son las bases imprescindibles para que surja la solidaridad sobre la base del respeto.
RESPETO: Es tratar humanamente a las personas, reconocer que el otro es real y semejante pero a la vez diferente. Respetar es ponerse en lugar del otro para comprenderlo. El respeto excluye el maltrato, la discriminación, la agresión, la humillación, la indiferencia y el desconocimiento de cualquier persona. El respeto además de solidaridad, implica honrar la vida y la dignidad humana.
TOLERANCIA: Se trata de respetar y tener consideración ante las acciones u opiniones de otras personas cuando éstas difieren de las propias o se contraponen al marco personal de creencias. Ser tolerante es ser respetuoso, por lo que se vuelve un valor básico para convivir armónica y pacíficamente. No sólo se trata de respetar lo que los demás digan o hagan, sino de reconocer y aceptar la individualidad y diferencias de cada ser humano. Este valor permite la buena convivencia entre personas con diferente cultura, credo, raza, etcétera.
EL LIDERAZGO: es el valor de dirigir a otros en camino a un fin, pero sobre todo de dirigirnos a nosotros mismos. El liderazgo, es tener el carácter para ser firme en la toma de decisiones y en la exigencia de que estas se cumplan… Tanto con otros, como consigo mismo para fomentar actividades organizadas democráticamente brindando participación a los diferentes integrantes de la institución en beneficio de la comunidad.
AMOR: “El valor del amor es tener como ideal el bien común, el perfeccionamiento propio y el de los demás”. Fundamentalmente se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes.
El amor es una virtud que representa toda la bondad, compasión y afecto del ser humano. Transitar por la vida sin rencores, perdonando nuestros errores y las fallas de los demás es expresión del amor. Por ello es importante desarrollar el valor del amor en nuestra familia, en el colegio, en el trabajo y con quien interactuemos a diario.